Este espacio que hoy damos a conocer es un centro social ocupado y
autogestionado cuyo germen nace en SOV de la CNT de Huelva al querer
dar un espacio físico a una serie de proyectos, de los que
hablaremos en esta presentación, y se declara organización hermana
de la CNT de Huelva.
Este edificio es propiedad del Ayuntamiento de Huelva desde 2003 y ha
estado abandonado por éste desde el 2008. Cuando llegamos esto era
un estercolero lleno de escombros y basura. Aquí entraban de vez en
cuando a desvalijar, a llevarse hierro, cables, etc., lo que había
dejado el edificio en condiciones lamentables. De hecho, durante
estos años, se han estado escuchando quejas de los vecinos por lo
insalubre del lugar debido a su estado de abandono.
Ante esta situación, y con toda la ilusión de los que saben que
trabajan para sí y para el bien común, hemos limpiado, pintado y
arreglado el jardín. Esto en la superficie, si miramos más allá,
podemos decir que hemos liberado lo que ha sido durante muchos años
la tumba de la libertad y la dignidad humanas y una vergüenza
social, la antigua cárcel.
Al convertirlo en centro social, lo hemos transformado en un espacio
para ser usado y vivido de forma cooperativa por todos los que
quieran participar del proyecto. Queremos que sea un lugar para el
encuentro, para llevar a cabo actividades culturales, para debatir y
compartir conocimientos, y para dotar de sede a iniciativas como, por
ejemplo, la que ya tenemos en marcha y que algunos conoceréis: la
Red de Apoyo Mutuo, que lleva ya un año en marcha a través de una
red social y que ahora sale a la calle.
Esta Red de Apoyo Mutuo es una iniciativa que surge con el objetivo
de recuperar los mecanismos de solidaridad que tradicionalmente han
existido entre vecinos y de provisión de bienes y servicios, a la
vez que fomentar las relaciones comunitarias e impulsar la confianza
entre las personas.
Esta experiencia supone una alternativa real
al modelo capitalista basado en la acumulación. La particularidad de
esta red es que no se basa en intercambio, todas las personas que
forman parte de la red, inicialmente ofrecen algo y pueden también
obtener aquello que necesiten y que ofrezcan otras personas. Se basa
en las relaciones de reciprocidad y en la solidaridad, huyendo de
visiones altruistas caritativas y paternalistas, así como de
transacciones basadas puramente en la obtención de beneficio.
Los otros tres proyectos que también están ya en marcha, y que
siguen la misma línea de la Red de Apoyo Mutuo (RAM); son la Red
Autogestionada de Servicios (RAS), la Red Autogestionada de Consumo
(RAC) y la Red Autogestionada de Financiación (RAF).
La RAS está formada por un grupo de personas que ofrecen sus conocimientos y su tiempo, o solicitan los de otros, fuera del sistema económico, de forma cooperativa, solidaria, horizontal y autogestionada. Es un medio, por un lado, de poner en valor nuestro trabajo sin mercantilizarlo y, por otro, de cubrir nuestras necesidades de forma autosuficiente dentro de la red.
Nos organizamos por gremios y de forma asamblearia. Para participar sólo tienes que acudir a la asamblea, meterte en un gremio o crear uno nuevo. Se lleva un registro de los servicios prestados o disfrutados que se puntuarán de forma simbólica para favorecer la equidad (tendremos para ello unas cartillas individuales donde se reflejará la actividad, por cada servicio que tú realices, que no sobrepasará las 4 horas diarias, se colocará un punto verde y por cada servicio que te realicen, se colocará un punto rojo), de modo que no puede haber una diferencia mayor de 5 entre lo que has ofrecido y lo que has solicitado.
En cuanto a la RAC, consiste en organizarnos para la compra de productos ecológicos en común, directamente al productor, sin necesidad de intermediarios, y posteriormente hacer un reparto de la misma. Hemos decidido consumir productos procedentes de agricultura ecológica y productos no agricolas que sintonicen con nuestras necesidades en el marco que establecemos; esto es, cooperativas de trabajadores, artesanos, etc, mirando siempre hacia la ecología y a la no explotacion del hombre por el hombre. El objetivo es restablecer el contacto con las personas que trabajan en el campo, potenciar el trabajo cooperativo y tener una relación más respetuosa hacia el medioambiente. Esta alternativa al actual modelo de consumo funciona también de modo asambleario y autogestionado.
Respecto a la RAF, consiste en utilizar el dinero de forma que satisfaga una necesidad urgente e imperiosa a cualquier miembro del colectivo. Tratará de un grupo de personas, que formen parte del colectivo, las cuales depositarán un dinero de manera voluntaria al objeto de poder solucionar un problema concreto. La persona necesitada del bien a adquirir expondrá su caso a la Asamblea, de forma documentada y justificada, siendo la Asamblea quien decida la aprobación de la compra en cuestión. El dinero se utilizará para adquirir directamente el bien, no siendo entregado a nadie más que al vendedor del establecimiento. El beneficiario se comprometerá en la Asamblea la forma en la que va a devolver el dinero a la misma.
La RAS está formada por un grupo de personas que ofrecen sus conocimientos y su tiempo, o solicitan los de otros, fuera del sistema económico, de forma cooperativa, solidaria, horizontal y autogestionada. Es un medio, por un lado, de poner en valor nuestro trabajo sin mercantilizarlo y, por otro, de cubrir nuestras necesidades de forma autosuficiente dentro de la red.
Nos organizamos por gremios y de forma asamblearia. Para participar sólo tienes que acudir a la asamblea, meterte en un gremio o crear uno nuevo. Se lleva un registro de los servicios prestados o disfrutados que se puntuarán de forma simbólica para favorecer la equidad (tendremos para ello unas cartillas individuales donde se reflejará la actividad, por cada servicio que tú realices, que no sobrepasará las 4 horas diarias, se colocará un punto verde y por cada servicio que te realicen, se colocará un punto rojo), de modo que no puede haber una diferencia mayor de 5 entre lo que has ofrecido y lo que has solicitado.
En cuanto a la RAC, consiste en organizarnos para la compra de productos ecológicos en común, directamente al productor, sin necesidad de intermediarios, y posteriormente hacer un reparto de la misma. Hemos decidido consumir productos procedentes de agricultura ecológica y productos no agricolas que sintonicen con nuestras necesidades en el marco que establecemos; esto es, cooperativas de trabajadores, artesanos, etc, mirando siempre hacia la ecología y a la no explotacion del hombre por el hombre. El objetivo es restablecer el contacto con las personas que trabajan en el campo, potenciar el trabajo cooperativo y tener una relación más respetuosa hacia el medioambiente. Esta alternativa al actual modelo de consumo funciona también de modo asambleario y autogestionado.
Respecto a la RAF, consiste en utilizar el dinero de forma que satisfaga una necesidad urgente e imperiosa a cualquier miembro del colectivo. Tratará de un grupo de personas, que formen parte del colectivo, las cuales depositarán un dinero de manera voluntaria al objeto de poder solucionar un problema concreto. La persona necesitada del bien a adquirir expondrá su caso a la Asamblea, de forma documentada y justificada, siendo la Asamblea quien decida la aprobación de la compra en cuestión. El dinero se utilizará para adquirir directamente el bien, no siendo entregado a nadie más que al vendedor del establecimiento. El beneficiario se comprometerá en la Asamblea la forma en la que va a devolver el dinero a la misma.
Además de centro social, esto es una ocupación, un espacio
liberado. Ocupar no es meterse en un edificio sin más, es un acto
ideológico mediante el cual se cuestiona y rechaza la propiedad
privada. En estos momentos en los que los intereses de la
especulación inmobiliaria/financiera/económica/politica están por
encima de las necesidades de las personas, ya sea de vivienda o de
espacios de convivencia y cultura, mediante la acción directa,
tomamos y hacemos uso de lo que, en justicia, es de todos. Y lo
hacemos de forma autogestionada, es decir, independiente de partidos
políticos, de empresas, religiones…, porque queremos ser dueños
de nuestras vidas sin que instituciones, a las que no reconocemos,
decidan qué y cómo hemos de vivir.
Nos negamos a que nuestro bienestar lo midan otras personas
poderosas, mediante instituciones capitalistas cuyo fin es la
acumulación de riqueza en manos de unos pocos; queremos que nuestro
bienestar se mida por índices de felicidad interior bruta en vez de
por producto interior bruto; que no se valore la competitividad, sino
la colaboración y la solidaridad.
El CSOA es un espacio libre y libertario, entendemos que la libertad
de cada uno crece junto a la de los demás y, en consecuencia, nos
organizamos en asambleas de individualidades.
Los objetivos ya se han ido definiendo al explicar los proyectos. En
resumen, podemos decir que:
- queremos luchar por el establecimiento de los mecanismos de apoyo mutuo y solidaridad que entre las clases trabajadoras siempre han existido, combatiendo la caridad, la beneficiencia y el Estado de Bienestar. Ir creando un lugar donde se aprenda de manera no autotitaria ni jerarquizada, libre de cualquier dogma o voluntad sectaria, donde seamos nosotros quienes decidamos sobre todo aquello que nos afecta.
- Recuperar espacios que están abandonados y darles uso.
- Crear un espacio social y cultural abierto a múltiples actividades: exposiciones, talleres, debates, conferencias, teatro, poesía, música… Todo con el máximo respeto al descanso del vecindario.
- Que este espacio se erija como centro de desarrollo político, autogestionado y asambleario, buscando el acuerdo de los participantes.
En cuanto a los principios, son:
- antiestatismo
- antipolítica profesional
- antiautoritarismo
- ateísmo
- contrario a la propiedad
- igualdad
- contrario al racismo, xenofobia y homofobia
- anacionalismo
- antisexismo
- antimilitarismo
- horizontalidad
- consenso (contra la dictadura de la mayoría)
Y nuestras tácticas:
- la acción directa
- propaganda por el hecho
- la difusión de la cultura y la contra-información
Ya sólo queda hacer una invitación a todos los que compartiendo
estos objetivos, principios y tácticas, quieran hacer de lo que fue
cárcel un espacio de libertad. Os animamos a que lo hagáis vuestro,
a que lo llenéis de vida con vuestra presencia, vuestras
inquietudes, ideas y proyectos.
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